Sobre la Comunicación No Verbal

Es común que se hable de Comunicación No Verbal como un sinónimo de lenguaje corporal, sin embargo usar ambas expresiones como equivalentes es errónea, porque la comunicación es un proceso complejo, compuesto de muchas variables interdependientes, que no pueden reducirse únicamente al uso lingüístico del cuerpo. Un simple cambio de contexto afecta los significados, y el contexto no es algo definido por el cuerpo de los sujetos que interactúan.

Dicho esto, dejame decirte que la importancia de la comunicación no verbal es irreductible: una considerable porción de los significados que intercambiamos al comunicarnos son de naturaleza no verbal (tono, postura, contexto social, vestimenta, elementos culturales y muchos etcéteras), por lo cual resulta fundamental entender al menos el funcionamiento básico de nuestra comunicación no verbal, como una forma de comprender mejor cómo se articulan el contenido, el contexto y el contacto en cada interacción.

Parafraseando a Paul Ekman, me gusta encarar este tema con una frase muy sencilla, pero que grafica muy bien la dimensión no verbal de nuestra comunicación:

Nuestros pensamientos son privados, nuestras emociones no.

Ekman sostiene que no es posible saber qué piensa otra persona, pero sí podemos tener una visión comprensiva de lo que siente y, si podemos entender qué le pasa al otro en un nivel emocional, podemos conectar, podemos ponernos momentáneamente en su lugar, podemos acceder al insight, podemos sintonizar con su visión interna, con sus deseos y necesidades. Desde ahí, podemos comprender sus actos, entender por qué hace lo que hace, y construir un vínculo basado en la confianza, comunicándonos en un lenguaje común.

Varios años de estudiar la obra del Dr. Ekman me han dejado muchas enseñanzas, pero la más importante de todas tiene que ver con entender qué es una emoción. Si hacemos un poquito de etimología, encontramos que la raíz etimológica de este término proviene del latín emotĭo, que significa ‘movimiento o impulso’, ‘aquello que te mueve hacia‘. A su vez, la palabra motivación deriva del latín motivus o motus, que significa ‘causa del movimiento’. Esta similitud no es casual.

Las personas actúan en base a la manera en la que ven el mundo. Sus decisiones no son racionales, son emocionales. Entonces, entender cómo se siente el otro frente a determinadas situaciones -o en determinados contextos-, nos da la posibilidad de inferir qué piensa ese otro con mayor precisión. ¿Por qué? Porque entender cómo el otro ve el mundo es una forma de acceder a su historia, al relato que se cuenta a sí mismo sobre cómo las cosas son, y cómo actuar en consecuencia. Entendiendo la configuración emocional del otro tenemos una visión más completa de su perspectiva: al elemento verbal, es decir, a lo que el otro puede decir, sumamos el elemento no verbal: lo que siente en relación a eso que nos puede decir. La parte que no puede decir sobre lo que sí puede decir.

Es un trabajo difícil, uno que nunca termina y nunca está completo, pero uno que definitivamente vale la pena.

Una respuesta a «Sobre la Comunicación No Verbal»

  1. La importancia de comprender a fondo el funcionamiento de la comunicación verbal abarca muchísimas áreas, incluyendo las dificultades que poseen algunos niños dentro del espectro autista para pescar las pistas contextuales que permiten decodificar justamente, lo no verbal.

    Excelente artículo!

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